Pinche güey

Cada vez lo mismo. Llega el momento de tirar el arroz a la paella y no hay. Todo el mundo se pone a buscar el arroz como locos y el Padrino dice que hay que ir a comprar a la cantina. Eso quiere decir que me toca a mí aunque me haga el longuis para escaquearme y me invente mil argumentos perfectamente válidos para no pasar cada día por el mismo trago. Pero da igual. Él siempre será el cocinero y yo el pinche. Pero ¿y todos los demás? Los demás son medio retrasados y se dedican a husmear entre mis discos y a reírse mucho porque encuentran discos de Depeche Mode, primera época. Luego mirarán el armario y se reirán de mis camisetas blancas. Los de la tele están ahí fuera haciendo entrevistas.

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