¿Realmente ha muerto Mi Protegida?

Mi Protegida es la primera persona que se somete a una nueva operación quirúrgica. Espero con los Creadores en el hospital.

(…)

Mi Protegida  ha muerto. La Creadora no me lo quiere decir pero es evidente. Cuando se ve obligada a admitirlo, le intenta sacar importancia. El Creador directamente se comporta como si nada hubiese pasado.

De sopetón, brutalmente, me enfrento con la muerte de Mi Protegida. No puede ser. No puede desaparecer de la noche al día. No la volveré a ver nunca jamás. Ese nunca jamás es muy doloroso. Siento una punzada en el corazón, me mareo, todo me da vueltas. Y lloro, lloro a berridos, no puedo parar.

Luego aparece la ira, la cólera roja. Debo destruir a los responsables del complot que ha acabado con la vida de Mi Protegida. Recorro el hospital en su busca y van apareciendo. Es toda una banda de asesinos bien entrenados y sus cómplices, aparentes mosquitas muertas con aspecto inocente pero tan culpables como los que toman las pistolas.

Me elevo por encima de toda esa purria y descargo mis golpes en sus cabezas. Son duros, una especie de cyborgs resistentes y super inteligentes. Pero mi ira es infinita. Aunque ellos tienen pistolas que disparan hacia mí. Pero me da igual, la cólera roja no desaparece. Me guía un instinto asesino que me permite sortear la lluvia de balas para vengar a Mi Protegida. Los bandidos huyen como pueden utilizando las puertas de embarque del aeropuerto. Pero lo que ellos no saben es que sé volar.

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