Adeline Thery y Nicolas Chevallier: «A veces, cuando pones muchas palabras no dejas a la gente imaginar»

Adeline Thery y Nicolas Chevallier estrenan Este verano hice parapente y me reconcilié con el vacío, en el Antic Teatre (del jueves 19 al domingo 22). Adeline y Nicolas son franceses, se conocieron en París y los dos, por causas diferentes, se fueron a vivir a Barcelona hace unos años. Adeline vive ahora en Nueva York, donde ha rodado varias películas como actriz (Are We Not Cats o Suicide or Lulu and Me in a World Made for Two, entre otras) y también se dedica a la música. Nicolas Chevallier se quedó en Barcelona. Formó parte del grupo teatral Projecte Nisu (Projecte de Navegació Incendiaria i Salvament Unilateral) y últimamente colabora con El conde de Torrefiel. Hace unos meses decidieron hacer algo juntos. Adeline tuvo la idea de trabajar con casettes. Se encontraron en Barcelona durante un mes y en mayo presentaron una primera versión de media hora en el Centre Cívic del Sortidor, en Poble Sec. Estuve allí, en una sala abarrotada de público, y recuerdo pasarlo muy bien leyendo un texto proyectado que hablaba de ellos dos, de su amistad, mientras llenaban el escenario de casettes y radiocasettes. También recuerdo la voz grabada de Mar Medina, una voz como de anuncio. Este verano han seguido trabajando intensivamente, ellos dos solos, encerrados en varios espacios, el Teatre Kaddish de El Prat, el Konvent de Berga y L’Estruch de Sabadell, hasta dejar irreconocible esa primera versión primaveral o quizás, más bien, abandonarla para siempre. Me encuentro con ellos en un quinto piso del Raval de Barcelona, donde se aloja Adeline. La terraza tiene una vista magnífica, decidimos hacer la entrevista ahí. Comenzamos hablando de la soledad en la que han trabajado pero, a pesar de que insisten en que prácticamente no se lo han enseñado a nadie, me hablan también de la gente que les ha ayudado.

Adeline: El vídeo es de un amigo de Nueva York que hace glitch, es un profesional del glitch. Hemos sacado momentos que nos gustaban y otro amigo ha hecho un corte de todo esto y es el vídeo que utilizamos en escena.

¿Hay mucho vídeo?

Nicolas: Hay un vídeo constante, que nos acompaña que, de hecho, nos ilumina.

Adeline: Colores.

Y Tirso Orive también os ha ayudado… ¿con lo sonoro?

Nicolas: Tirso nos ayudó mucho en el primer formato que hicimos, el que presentamos en El Sortidor, y en ese caso, cuando estábamos probando y buscando material, nos echó una mano, nos prestó material… Grabamos la voz de Mar Medina en su casa.

Adeline: Trabajamos también con diapositivas y él nos comentaba… Empezamos a dibujar colores, sobre todo, y ahora tenemos una serie grande de diapositivas.

¿Qué es lo que ha cambiado desde la primera versión que presentasteis en mayo en El Sortidor?

Adeline: Todo.

Nicolas me cuenta que lo que presentaron en El Sortidor no era más que el resultado de un primer mes de trabajo. Como al principio él estaba solo, mientras esperaba la llegada de Adeline escribió un texto sobre su relación, que era el que leíamos proyectado en aquella primera versión.

Adeline: Pero teníamos la idea. Yo me desperté un día, estaba muy obsesionada con los radiocasettes en ese momento de mi vida, y hablé con Nico y le propuse hacer algo con eso. Me traje un montón aquí y empezamos a trabajar con el texto de Nico sin saber muy bien cómo, intentando contar algo. Al final, lo que viste ha cambiado completamente porque, entre otras cosas, el texto ha desaparecido. Decidimos hacer algo más de imágenes y de sonido, jugar con luces y sonidos más que poner palabras. Yo tenía la impresión de que, a veces, cuando pones muchas palabras no dejas a la gente imaginar.

Durante la conversación hablan mucho de encontrarse y estar juntos como la única motivación de este trabajo. No estoy seguro de si huyen de los discursos artísticos imperantes o si, al contrario, pertenecen a la corriente de artistas que defienden que lo importante es encontrarse y estar juntos. Pero, debo admitir, que al menos ese deseo, en su caso, parece sincero. Y también tengo que admitir que estoy cansado de los discursos artísticos elaborados exclusivamente por y para especialistas. Para hablar así sobre arte, preferiría no decir nada, no leer nada, no escuchar nada nunca más.

Nicolas: Seguimos con la idea de encontrarnos y trabajar juntos pero nos hemos ido a un campo más experimental, a nivel visual y a nivel sonoro, y nos hemos alejado de la propuesta inicial, simplemente porque no es fácil recuperar algo que ya has hecho y querer hacerlo de nuevo pensando en que va a ser un poco igual pero vamos a tratar de hacerlo mejor. Hemos visto en el proceso que es duro hacer eso, que necesita una metamorfosis. Creo que seguimos contando un poco nuestra historia sin contarla, simplemente viviéndola un poco más. Se ha ido a un espacio más experimental…

Adeline: Más friki.

Nicolas: … más difuminado porque no creo que se perciba con tanta claridad como antes el hecho de que estemos contando una historia nuestra porque la estamos contando a la vez que la estamos viviendo. La historia es simplemente la de dos personas que se encuentran en la misma ciudad, se juntan y hacen algo. Va un poco más de eso. Es un poco más críptico, en ese sentido, pero más elaborado en el campo de la investigación. Nos hemos centrado más en el material. Los casettes al principio eran una excusa para transmitir algo, ahora la decisión de trabajar con casettes y radiocasettes es importante. ¿Qué se puede hacer con todo eso? Hemos ido un poco más a fondo ahí.

Quizás por el excesivo protagonismo que los casettes están tomando en la conversación, Nicolas y Adeline insisten en que Este verano hice parapente y me reconcilié con el vacío no es una pieza sobre radiocasettes, que no va sobre eso. Pero seguimos hablando de casettes.

Adeline: No pensamos en que los radiocasettes son antiguos, se rompen rápido y a veces no quieren funcionar. Es muy frágil todo. Y está bien trabajar con eso. No sabes qué va a pasar.

Nicolas: También hay algo generacional. Cada uno hemos traído casettes propios. El casette de la boda de tus padres… También va de ir un poco hacia el pasado, recuperar materiales antiguos, guardados…

Pero un pasado que no es ni de vuestra generación, ¿no? Vosotros sois más de la generación de los CDs.

Nicolas: Eso es lo que dicen todos pero no es verdad.

Adeline: Yo grababa un montón de casettes cuando era pequeña.

Nicolas: Estamos un poco a caballo entre el casette y el CD, pero yo hasta los 16 estaba con la doble pletina, grabando. Sí que lo hemos vivido, es algo que nos toca. Pero no se trata solo de nuestro pasado. El hecho de recuperar, de ir a cualquier tienda o en la calle, de la música que hemos descubierto cuando nuestros amigos nos han traído casettes… Ana Rovira, el otro día, nos trajo un maletón de ciento cincuenta casettes.

¿Y qué hacéis vosotros, franceses, en esta ciudad, en Barcelona, a pesar de todo?

Adeline: Bailar.

Se ríen y me queda la duda de si Adeline habla de bailar como bailamos cuando salimos de fiesta por Barcelona (aunque me sorprendo pensando que hace tiempo que no bailo así, debería reengancharme) o si veremos a Adeline y a Nicolas bailando en escena. Juraría que se refería a lo primero pero decido que ya lo descubriré el próximo jueves. ¿Qué queremos?¿Saberlo todo antes de ir a verlo? Yo ya tengo suficiente, no necesito saber más.

Adeline: Es más fácil hacer algo aquí que en Nueva York. Para actuar puede ser que haya más sitios allí pero para montar, para crear, Barcelona es mejor.

Y hablamos de las condiciones de trabajo de Barcelona, de Catalunya, donde no parece tan difícil como en Nueva York conseguir espacios de residencia o algo de dinero, aunque no sea mucho, para permitirse juntarse a crear, aunque sea solo algunas semanas, como han hecho ellos gracias a la producción del Antic Teatre y las residencias en El Konvent de Berga y el Teatre Kaddish del Prat. Y la conversación se desvía hacia la controvertida palabra “teatro”, que aparece de pronto y me llama la atención.

¿Hacéis teatro?

Nicolas: Sí porque lo hacemos en un teatro. No lo vamos a hacer en una colina. Pero a la vez lo que hacemos no solo pertenece al teatro, pertenece a la música, más allá de la pieza hemos hecho vídeos, hemos pintado diapositivas, podría ser una exposición, podría ser un espectáculo de sombras chinas…

Adeline: Un concierto. Al final es como un álbum. El sonido comienza al principio y hasta el final hay algo sonoro.

¿Y qué suena?

Adeline: Cosas que hemos encontrado en los casettes.

Nicolas: Puede ser música, un discurso… Hemos construido una especie de tela alrededor de eso.

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2 Respuestas a Adeline Thery y Nicolas Chevallier: «A veces, cuando pones muchas palabras no dejas a la gente imaginar»

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  2. Margarida Troguet dijo:

    Vi ayer la pieza en el Antic Teatre y estoy encantada de haber conocido su trabajo. Un execelente! Bravo!

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