Boletín # 3 a 13/12, 2015

Bufones.4LZartista invitado | proyecto en residencia | teatro | Galicia – Madrid
3 a 13/12 de 2015 | J a D, 21 h | Duración: 1 h 30′ | estreno absoluto en castellano

ANTONIO FERNÁNDEZ LERA / MAGRINYANA
BUFONES
Asombros | Microscopias | Desde la sombra | Bufones y payasos

Un proyecto compartido con Carmen Menager, Jorge Rúa,
Colectivo maDam y Carlos Marquerie

LZ«(…) no es lo mismo un bufón que un payaso
a los payasos no les gusta que les llamen bufones
a los bufones no les gusta que les llamen payasos
a los payasos no les hacen ninguna gracia los bufones
a los bufones no les hacen ninguna gracia los payasos
los bufones presumen de burlones
los payasos presumen de payasos
cuando un payaso fornica con un bufón todo es acción
cuando un bufón fornica con un payaso todo es fornicación.»

Fragmento de Bufones y payasos de A. F. Lera

Antonio Fernández Lera, al frente desde 1998 de la compañía Magrinyana, presenta Bufones, un proyecto escénico compartido con Carmen Menager y Jorge Rúa en la interpretación, Colectivo maDam en la creación musical y Carlos Marquerie en la iluminación.

Lera es uno de los referentes del teatro de los últimos 25 años en la investigación de la poesía hecha escena. Autor, poeta y traductor de autores tan relevantes como Müller, Kane, Ranciere, Lepecki, Berkoff o Auden, Fernández Lera ha ido abriendo caminos y posibilidades como director de sus propios textos: Plomo Caliente (Cuarta Pared, 1998), Monos locos y otras crónicas (Sala Triángulo, 2000), Mátame abrázame (El Canto de la Cabra, 2002) o Las islas del tiempo (Cuarta Pared, 2004) son algunos de sus últimos montajes. Montajes que a soto voce han influido a varias generaciones de creadores.

Sus textos son metrónomo poético al mismo tiempo que están pensados para el actor y el espacio. Es ese maridaje uno de los puntos que lo identifican y lo hacen imprescindible. Además, su pensamiento político, donde se lucha desde el escepticismo por la no aniquilación de la esperanza, hace que sus textos resuenen en un presente que busca el peso de la pregunta y huye de la ilustración.

Bufones engloba textos escritos por Lera desde 2010: Asombros / Microscopias / Desde la sombra / Bufones y payasos. La obra nació en tierras gallegas. El estreno tuvo lugar en un festival independiente y milagroso, el Encontro de Artes Escénicas de Muxía realizado por el Foro Costa da Morte en el pequeño pueblo de Muxía en el año 2010. Los primeros espectadores de Bufones y payasos fueron buena parte de los residentes de este pueblo gallego de cinco mil habitantes. La obra se estrenó en gallego y los habitantes de Muxía debieron reconocer como propios los textos de Lera donde resuena la tristeza de los poemas de la poetisa rusa Ana Ajmátova y la lucidez del gran poeta y diarista luso Miguel Torga.

Luego la obra se estrenaría en caja escénica por primera vez en el teatro vigués de Ensalle. Ahora, llega a Teatro Pradillo repensada y en castellano. Lera crea en esta obra como en pocas un espacio propio, un espacio común a la música, la palabra y la imagen, un espacio que es tiempo y reflexiona sobre él.

Pablo Caruana

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Bufones.5LZ

Boletín # 28/05 a 1/06, 2014

LB A I L A R,  ¿ E S  E S O  L O  Q U E  Q U E R É I S ?

III: Q U E  N O S  Q U I T E N  L O  B A I L A O

28 de mayo a 1 de junio de 2014

LProyectos de comisariado | Investigación y espacios de pensamiento
danza | Andalucía, Asturias, Cataluña, León, Madrid, Valencia

 

FranzKafka[dibujo de Franz Kafka]

 

Bajo el lema «Que nos quiten lo bailao» convocamos la tercera edición del proyecto Bailar, ¿es eso lo que queréis?, acercándonos al baile como uno de los actos más efímeros del hombre.

Durante esta semana nos reunimos en Pradillo bailarines y amantes del baile procedentes de toda España para trabajar a puerta cerrada en torno al baile, a su aparición y desaparición. Abriremos las puertas por las noches para compartir los caminos paralelos que han ido alimentando este encuentro: Las Noches de la PAM! (noches de conocimiento nocturno y alevoso). Y el fin de semana compartiremos con el público dos formas diferentes de celebrar lo efímero bailando: Una consagración de la primavera y un Salón de baile donde bailar agarraos.

Participan:

Elena Alonso • Tania Arias • Ana Buitrago • Patricia Caballero
Jaime Conde Salazar • Elena Córdoba • Oscar Dasí • Chus Domínguez
Claudia Faci • Sergi Fäustino • Antonio Fernández Lera • Sandra Gómez
Camille Hanson • Jorge Horno • Mar López • Colectivo maDam • Anxo Montero
Janet Novas • María José Pire • Bárbara Sánchez • Mónica Valenciano

Y los músicos:

 Javier Álvarez • Jorge Frías • Nilo Gallego • Fernando Lamas • Marcos Monje
Katsunori Nishimura • Raquel Sánchez • Cy Williams • Las Indi-gestas

Bailar, ¿es eso lo que queréis? es un proyecto comisariado por Elena Córdoba,
Ana Buitrago y Jaime Conde Salazar

LP R O G R A M A

X 28 a V 30/05  LAS NOCHES DE LA PAM!
Entrada libre

PAM! es un intento de post-academia. Se trata de probar maneras de compartir conocimiento que no son aquellas establecidas por la academia. Nos pondremos al estudio al final de la jornada, después de haber trabajado todo el día, con el cuerpo cansado y la atención escasa. No nos interesa la claridad del discurso pulido y perfecto hecho de voluntad y sacrificio (para nada). Preferimos permanecer en la indolencia de las últimas horas de los últimos días de la primavera. Y desde ahí, intentar contar cosas que realmente acompañen la gozosa sensación de cansancio que nos sobreviene después de haber bailado como perras todo el día.

X 28/05, 21h • Una mirada a la Consagración de la Primavera
De la mano de Jaime Conde Salazar y PLAYdramaturgia

J 29/05, 21 h • Cine fórum: sobre Harmony Korine y el fuera de campo
De la mano de Sergi Fäustino

V 30/05, 21h • Audición de música efímera
De la mano de Katsunori Nishimura y Chus Domínguez

 

S 31/05, 21h  UNA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA
Precio: 5 €
Reservas T 91 416 90 11 y taquilla desde las 20h

Vamos a meterle mano a La consagración de la primavera, la obra de Nijinsky y Stravinsky en la que por primera vez se prescindió de las jerarquías escénicas del ballet y todos los cuerpos en escena parecían formar parte del mismo baile. No se trata de comentar, rehacer o explicar aquella obra perdida que acaba de cumplir cien años de su estreno. Se trata más bien de tomarla como excusa para imaginar la posibilidad de un baile compartido en el que su propia desaparición se convierta en motivo de celebración profunda y radical.

A cargo de los bailarines y amantes del baile participantes en el proyecto

 

D 1/06, 20h • SALÓN DE BAILE AGARRAO
Entrada libre

Un salón de baile abierto a todo aquel que quiera bailar, sin distinción de edad o condición: grandes, pequeños, medianos o de otro planeta. En ese abrazo agarrao puede que esté la clave: pegado a otro cuerpo, abandonando el peso en un apoyo cómplice, las pieles apretadas, los olores mezclados, los pasos arrastrados por el ritmo compartido, la voluntad cedida al otro… en ese punto se suspenden los límites del ser macizo e individual de la filosofía, en ese bailar juntos se produce un sacrificio de lo propio, los límites de lo “solo” comienzan a disolverse y la desaparición se revela como algo compartido.

Una propuesta de Nilo Gallego, con los músicos invitados a la guitarra, saxo, batería y voz, Javier Álvarez como DJ y la intervención especial de
Las Indi-gestas

Y  A D E M Á S . . .

INTERCAMBIO DE PAREJAS: TEATRO DEL BARRIO Y TEATRO PRADILLO

El viernes 30/05 a las 22:30h nos iremos a bailar bajo las bombillas de colores del Teatro del Barrio, con la Orquesta del B. Y quienes quieran hacer este puente entre los barrios de Lavapiés y Prosperidad podrán reencontrarse el domingo en Teatro Pradillo para bailar agarraos y bien apretaos. Hasta que el cuerpo aguante, y que nos quiten lo bailao.

LC O N O C E  Y  S I G U E  E L  P R O Y E C T O

toda la info en nuestra web

Materiales de trabajo e inspiración y Banco de bailes en:
blog Bailar, ¿es eso lo que queréis?

Apuntes para un glosario sobre lo efímero
Antonio Fernández Lera

Antonio Fernández Lera (escritor, traductor, editor y director de escena) ha construído en estos meses previos un glosario de palabras que evocaran lo efímero, a partir de las propuestas de los participantes en Bailar, ¿es eso lo que queréis?. Él las ha devuelto en forma de etimología, de poema, de idea…

Haciendo clic en la imagen puedes leer el glosario:

GlosarioY para terminar un hermoso y radiante baile agarrao de nuestro Banco de bailes:

1+1: Dicho y hecho

LECTURA Y ACCIÓN

Antonio Fernández Lera y Miguel Ángel Altet

Presentación en el Teatro Pradillo el 21 de diciembre de 2013 como invitados del ciclo «La música en escena» organizado por Claudia Faci + Colectivo maDam.

Aquí un pequeño fragmento en vídeo

Y aquí el texto de la lectura:

Me piden que hable sobre la importancia del sonido en mis trabajos escénicos. Y a la vez me piden que haga lo que quiera en el tiempo y el espacio que me conceden. Me dicen que la presencia del sonido y de la música son importantes en mi trabajo. Y no digo yo que no sea cierto: una presencia vital, incluso en la escritura de las meras palabras, antes de imaginar siquiera que puedan llegar al espacio físico del escenario. BLOQUEO

Por algo se empieza. Todo se acumula y hasta el texto es sonido. Se forman capas de presencia, capas de sonido.  Hasta en el sagrado y mal llamado silencio surgen sonidos. Por todas partes: el zumbido de una bombilla, el susurro de alguien cercano, una respiración, una pisada, una tos, una simple tos omnipresente «cuanto más queremos oír el silencio», que sería como decir «una luz cuanto más queremos ver oscuridad». Una incógnita sobre el tiempo y lo que sucede a nuestras espaldas. Tiempo, presencia, sonido, acción… o sus contrarios. BLOQUEO

Me decía, me contaba: «no tengo la menor idea de lo que voy a leer, porque las palabras no están escritas, porque por ahora sólo son notas de madrugada, pero queda por ver el recorrido, la selección de la memoria, las elucubraciones, las anécdotas, la presencia del sonido en las obras escénicas, con los textos y al margen de los textos, con las imágenes y al margen de las imágenes, y todo ello como el fruto de la relación entre un puñado de personas fundamentales en cada ocasión». Abstracciones y personas. En Proyecto Van Gogh se habla de la estructura dramática de un árbol [«mirar un árbol y decir ésta es la estructura dramática de un árbol. / el viento cambia la dirección de nuestra mirada»] –y era una broma y era una declaración de principios, porque la estructura del árbol es la raíz de todas las acciones, colaboraciones, músicas, encuentros. BLOQUEO

Ser conscientes de esa omnipresencia del sonido puede intimidarnos cuando el sonido no forma parte de nuestro lenguaje habitual. Hasta que te das cuenta de que sí forma parte de tu lenguaje –incluso en el terreno estricto de la palabra– tanto si lo sabes como si no, porque cambias la palabra quieres por la palabra sabes y eso lo cambia todo, porque te das cuenta de que la repetición del sonido de una simple T o S o M  lo cambia todo.

Cuando te planteas hacer algo que no deberías hacer, que no estaba en tu guión, que no entraba en tus planes. BLOQUEO. Te asomas a un precipicio y ves lo que tú quieres ver y te imaginas que otras personas van a ver lo que quieran ver y van a escuchar lo que quieran escuchar y sabes que no puedes hacer nada con eso, para eso, contra eso. Te asomas al acantilado como Gloucester y Edgar en El rey Lear, el acantilado que deseas ver con tus ojos ciegos y te imaginas el sonido de un viento imposible y del «murmullo de las olas, que arrastran miles de piedrecitas inútiles». BLOQUEO

Lo piensas y lo escribes: el sonido está en todas partes en la medida en que hay seres vivos. Como desconoces la distancia entre pensamiento y escritura, no sabes en realidad si lo que acabas de decir es «escritura automática» o la repetición vulgar de un antiguo pensamiento que ni siquiera es tuyo, pero que al pensarlo y escribirlo haces tuyo.

Músicas estructurales o sonidos que se producen, que forman parte del desarrollo de la obra. Las músicas que se incluyen en las obras no tienen, en todo caso, una función decorativa, ni funcional, ni sentimental, sino que son elementos estructurales de la obra.

En todas mis obras hay texto, mucho texto, sin embargo al llevar esos textos a la escena se han convertido en sonido, porque la palabra también es sonido, presencia, música, tiempo, movimiento, y al llevar esas palabras a la escena he sentido la necesidad de acompañarlas con música o danza o acciones. En mayor o menor medida. La medida es lo de menos. Cada obra o cada proceso requiere una medida, pero nunca sabemos hasta después cuál es esa medida, nunca estamos libres del error.

En Las islas del tiempo, que se iniciaba con sonidos de mecheros hasta formar un paisaje de pequeños fuegos en la pared –idea de Rodrigo ejecutada con parsimonia por los actores– BLOQUEO. Se formaba un rectángulo de luz, idea de Carlos, una demarcación de cuatro esquinas, cuatro sillas, y la música de Galina Ustvolskaia se convertía en el espacio de una caída [y eso dio lugar a un poema sobre la caída, fuera de aquel texto, que pasó a formar parte de Vida y materia]. Percusión y derrumbamiento, caídas que son a la vez pequeñas obras musicales o pequeñas tragedias humanas. O pequeñas residencias en el tiempo.

¿Qué tiene que ver La montaña mágica de Thomas Mann con todo esto? Músicas en La montaña mágica: Mozart, Verdi, la Sonata de invierno de Schubert. BLOQUEO

Ruidos aparte. Músicas en mis trabajos escénicos (contradictorio llamarlos «míos» porque siempre son también de otros):

En Casa sola, 1992, Canti di vita e di amore, de Luigi Nono.
En Escena para cien pies de fotos/Muerte de Ayax/No somos el viento, 1994, codirigido con Elena Córdoba: Sweet Low Sweet Cadillac en versión de Dizzy Gillespie, creo recordar que algo de Béla Bartók, algo de György Kurtág.
En Plomo caliente, 1998, un epitafio de Charles Mingus, configuración y ofrenda de John Coltrane, caravana de Duke Elligton y Ray Vance, un poco de Anton Webern, un poco de Jimi Hendrix… Los críticos dijeron que la música estaba muy alta. Por una vez tenían razón. Donde yo vi un abrazo, con jadeos y sudor y divertimiento, ellos vieron una escena de lucha grecorromana, que ya son ganas de ver. Cuestión de gustos.
En Monos locos y otras crónicas, año 2000, el violonchelo del preludio de la Suite número 2 de Bach, las nubes de Django Reinhardt, la fiebre de Peggy Lee, la descafeinata del trompetista Dave Douglas, el payaso el payaso el payaso el payaso de Charles Mingus, la flor africana de Duke/Mingus/Roach y la gran fuga de Beethoven. Una periodista nos dijo que aquello no era Beethoven, que ella conocía muy bien a Beethoven y que aquello no era Beethoven. Yo con el disco en la mano y ella repitiendo que aquello no era Beethoven.
En Mátame, abrázame, 2002, mueve tus caderas –Stones– con elegía premortem y vómitos dedicados a Leni Riefensthal, el dolor al borde de la burla o de la risa (siempre la incomprensión entre esos extremos) en el karaoke de Qué pena siente el alma de la gran Violeta Parra, el Heroin de la Velvet Underground transformado en un cuadro escénico con baconiana de Altet (Miguel), danza de Amor (Marisa) y cine de García (Rodrigo) y otra vez la danza o algo parecido a la danza y el roce de los montones de ropa contra las paredes, Mingus, pasiones de un hombre…
En Las islas del tiempo, 2003-2004, Schumann para estar y para esconderse, Schumann para bailar y estarse quietos, para escarbar en el olvido, Ustvolskaia para marcar el tiempo y el espacio y para caerse y levantarse, Beethoven y Bartók para sostener el cuerpo con cuerdas de tiempo y aire.
En Agamenón de Rodrigo García, 2007, William Parker, catedral de luz, espíritus que cantan, Steven Parrino a todo volumen en el vídeo Gatos riñendo de Rodrigo, la canción nocturna de Schumann, con todo el rasguño y el soplo de la vieja grabación de Pau Casals, el sonido extraño del escáner sobre las imágenes con afán de nocturnidad en el vídeo final de los Gatos oscuros
En Memoria del jardín, 2008-2009, aparte de robarle cuatro palabras a John Cage («el silencio no existe») y quedarme tan a gusto, música formal ninguna, pisadas, cristales rotos, ecos, jadeos, linternas de dinamo, piedras en el suelo desperdigadas por el baile de una no actriz que había prometido no bailar, mentirosa.
En su versión gallega, Dende a sombra/Bufons e pallasos, 2010, rodeados por el sol y los vientos de Muxía, Costa da Morte, recuperación de un espacio muerto, un espazo morto, los bajos de un mercado municipal que nunca llegó a ser mercado, rodeados por los ecos de los espacios vacíos, madera y piedra, ecos de Ajmátova, palabras robadas de una ópera italiana, su hijo, su amor, su esperanza…
Y por último, Conversación en rojo, sonidos creados por los actores, manos, mesa, voces, chorro de arena, cuerda, se mezclan con la voz de Franz Kafka fundiéndose con la percusión de Max Roach, en oscuridad y silencio interrumpidos, y el deseo de ser piel roja, ser un tiempo corto de sonata de Beethoven o un tiempo largo de contrabajo de Stefano Scodanibbio y un latigazo y otro y otro de la cuerda contra la madera o contra el cemento y otro robo a John Cage, un trozo de cuerda y una puesta de sol.
Ruidos aparte.
Me pregunto qué sonido crean las cuchillas de la valla de Melilla sobre las ropas y las pieles de las personas que intentan cruzarla, saltarla, saltar la valla, como en el circo, como en las carreras. Los hermanos Marx en lo alto de la valla de Melilla. Sopa de ganso para derribar esas vallas a hostias o para pedir a los ministros del Interior que se suban ellos, a ellas, y que se queden ellos, a vivir, en ellas. BLOQUEO Al rasgar la ropa, la piel y la carne, ¿qué sonido producen esas cuchillas? ¿Podemos distanciarnos de ese sonido? ¿Podemos utilizarlo para nuestros conciertos? ¿Para eso está ese silencio, esa distancia? BLOQUEO

BLOQUEO BLOQUEO
BLOQUEO BLOQUEO BLOQUEO
BLOQUEO BLOQUEO BLOQUEO BLOQUEO
BLOQUEO BLOQUEO BLOQUEO
BLOQUEO BLOQUEO
BLOQUEO
BLOQUEO
BLOQUEO

Cada bloqueo es
una rama de un árbol que nunca muere.

Aquí pensaba leeros ese poema 13 de Vida y materia que habla de la caída, pero al final he pensado que era mejor tachar ese poema y leeros un texto de la página 9 del Velocidades y quietudes, de Esteve Graset (Pliegos de Teatro y Danza, 43-44, Madrid, 2012), que dice así (leo directamente del libro).

Estás donde está la noche.
En todas partes y en ninguna.
Con todos y con nadie.
Bajo la lluvia y encima del sol.
Debajo del volcán y saltando con la lava.
Corriendo con el viento y dormitando debajo del edredón.
Conduciendo por caminos polvorientos y bañándote en el lago
y pisando hormigas y escribiendo a máquina.
Hablando con palabras y sin palabras.
Y siempre, siempre, con un brillo especial en los ojos,
en todos los ojos,
los tuyos y los de los otros,
los tuyos y los del lago,
los tuyos y los de la nieve,
los tuyos y los del fuego.
Sí, es posible que este dolor que sientes en el corazón sea el preludio del
final.
Entretanto, no importa el final, ni siquiera importa el dolor.
El dolor se olvida como se olvida todo.
Ahora es preciso que los ritmos de tu cuerpo se manifiesten con este
intrumento de guadañas.
Estas son las últimas palabras sin palabras.
Después todo quedará abierto y nadie sabe qué pasará,
ni a nadie le importa que pasará.
En este momento solo existe el suave golpe de tu mano sobre el acero y
el suave sonido que se expande por el universo.
Con este pequeño y suave sonido llegarás a todas partes,
a todos los mundos,
a todas las galaxias y a todas las inteligencias.
No importa cuánto tiempo tardes en llegar.
No importa llegar.
Importa el viaje.
Ser el sonido.

2013 Mensaje nocturno II

Presentado en el Teatro Pradillo de Madrid el 21 de abril de 2013 en el ciclo «La palabra en escena», con los actores Miguel Ángel Altet y Carlos Sarrió. «Cuando una de las materias con las que quieres trabajar es la palabra –más allá de la simple lectura, puro contrasentido, pues una lectura, por su propio ser lectura, no puede, nunca, ser sencilla, y quien diga lo contrario miente o es idiota–, cuando es la palabra una de tus materias, tienes que partir de ese mismo hecho: que la palabra es una materia más, que se combina con otras materias»…

Imaginar la muerte

En alguna pared del Teatro Pradillo, hoy, último día de la función de Elena Córdoba (Atlas, el gigante y la vértebra), se puede leer este texto de Ann Pelegrini:

Un regalo, cuando parece que el fuego se ha apagado: “[H]ay un ensayo concreto de Freud que he estado leyendo y releyendo. Es de 1915, escrito en los comienzos de la Primera Guerra Mundial, se titula “Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte”, y una de las cosas que parece argumentar es que la tendencia hacia la negación de la muerte, nuestra incapacidad o rechazo para imaginar la muerte, para tomarla en serio, como algo que nos ocurrirá, e incluso el rechazo a tomarnos en serio el modo en que afectará a las personas que amamos, nos lleva en este rechazo a exteriorizar la inevitabilidad de la muerte contra otros, de tal manera que existe una conexión entre la negación de la muerte y nuestra capacidad y voluntad de ir a la guerra y no ver esto como una causa de muertes por las que podríamos llorar. Por tanto, obviamente es de una gran importancia y urgencia en el momento actual, y [Freud] escribe este breve pasaje en medio de esta especulación acerca de la negación de la muerte y la guerra y el hecho de hacer la guerra, que básicamente creo que es una invitación para que los estudios escénicos tomen cartas en el asunto y nos ayuden a imaginar las consecuencias de la violencia, y nos ayuden a imaginar lo que la muerte realmente significa. Lo que dice, básicamente, es que, por haber perdido esta capacidad de imaginar la muerte, dependemos todavía más de la literatura y del teatro para que nos proporcionen esas interpretaciones, ya que en estas representaciones imaginadas podemos recuperar algo del riesgo y de la importancia de la vitalidad de la vida al poner en peligro la irrevocabilidad de la muerte. Así que hay algo acerca de esa posibilidad de ser testigos en nombre de otros, que el teatro nos proporciona, especialmente en su viveza, y creo que Freud no habla del teatro ni de su viveza, pero creo que hay algo especial sobre el tiempo y el espacio compartidos en el hecho de ser testigos en el teatro, que nos da una sensación de la pluralidad de las vidas y del riesgo de vivir y de la irrevocabilidad de la muerte, que es extremadamente importante. De modo que quiero aceptar esa invitación y reflexionar sobre lo siguiente: cómo pueden los proyectos escénicos, y el proyecto intelectual de los estudios escénicos, recordarnos lo importante que es, desde el punto de vista ético, ser testigos, con el fin de anticiparse al trauma, interrumpir la recreación del trauma y la transferencia del trauma a otros”.

Ann Pellegrini

What is Performance Studies? (¿Qué son los estudios escénicos?)

(Cortesía de Antonio Fernández Lera, Elena Córdoba y Jaime Conde Salazar)

 

Las palabras perdidas

Las palabras perdidas. Un hermoso vídeo de Elena Alonso y Marisa Amor con poemas de Alfredo Buxán (Las palabras perdidas, Bartleby, 2011), presentado en el Teatro Pradillo el 1 de mayo, en «Cuidar el fuego. Jornadas de apertura». Ocho minutos muy recomendables.

Fuente: AF Lera/Magrinyana

No somos el fuego / Antonio Fernández Lera

¿Cómo se inicia una nueva etapa?

¿Cuál es la acción fundacional?

La reapertura de Pradillo comenzó con una performance de Antonio Fernández Lera titulada “No somos el fuego”, en la que se quemaron cientos de fotos recortadas de periódicos, conservadas durante años para un fin desconocido que se concretó y llegó el 27 de abril de 2012.

18 años antes, en la misma sala Pradillo, Antonio Fernández Lera estrenaba “No somos el Viento” (Escena para pies de fotos), “una instalación escénica con apuntes de teatro y danza contra la guerra”, en la que cientos de fotos pegadas al muro de la sala, eran tomadas por los actores quienes leían los pies de página para arrojarlas después a la basura.

El gesto fundacional, se quiera o no, siempre se realiza sobre otro anterior, en este caso, sobre los residuos de un trabajo anterior, desde la memoria y el deseo de trazar un futuro. Durante una hora asistimos a la acción reiterativa que prendía fuego, una a una, a aquellas imágenes de archivo y de historias pasadas, nuestra historia pasada.

Esta acción, puesta en el primer lugar de una historia que comienza a ser escrita/experimentada, pero que también fue escrita/experimentada en otro tiempo, ocupa el lugar del vértice, el umbral que vislumbra el pasado y el futuro desde su propio tiempo, el contemporáneo.

Bajo estas circunstancias, lo relevante no era si la performance cumplía o no con las expectativas del público que asistía a una escena inaugural; si le decía algo o lo ahumaba, sino al lugar dentro de la historia en el que nos situaba. Un lugar anacrónico, que no se ajustaba del todo a un tiempo concreto, porque no coincidía exactamente con su presente. Y en ese sentido se trataba de una acción fundacional contemporánea, así como lo entiende Agamben, pues se definía por una relación singular con el propio tiempo, que adhiere a éste y a la vez toma su distancia. De esta manera se nos proponía no solo una simple acción de quemar recuerdos, sino de ver un presente y mantener la mirada fija en el.

Agamben, Giorgio: ¿Qué es ser contemporáneo?

http://www.ddooss.org/articulos/textos/Giorgio_Agamben.htm