Pensando en La realidad

 

  No tenía que haber leído antes de venir el reportaje ese de Babelia en el que sale la Despeyroux entre otros. Alguno se salva. ¿Alguno se salva? No me puedo quitar de la cabeza las tonterías que soltaba uno. Y para cerrar, una de esas “porteras caviar” que diría Angélica, quejándose del paro en las artes escénicas. Hay que joderse. Que nazcan salas sin parar en Madrid está bien. Muy bien. Pero también hay que tener otras aspiraciones. Se abren nuevos espacios, nuevas posibilidades, pero las propuestas escénicas no innovan. Eso no importa. A lo mejor es la puta lógica de este país. No sabemos hacer transiciones hacia algo nuevo…. En fin, aquí estoy. Texto, personajes, conflictos, Sala Triángulo, Despeyroux, Orazi, La realidad… Están abriendo la puerta. No voy a beber más agua de la botella. No quiero volver a bajar al baño. Vamos a entrar.

  Ahí está la Orazi. ¿Será tan buena como dicen? ¿Está meditando? Sí, está meditando.  La sala está medio llena. Mucho actor joven. Mola. ¿Era ella quien salía en una de esas contraportadas de El País? Por qué me acordaré de estas cosas. ¿Qué comían? Maldito grupo Prisa. Orazi en la pantalla, Orazi en escena. Pedazo de curro de sincronización. Nunca valoraremos lo suficiente estas cosas. Lo típico. Si la obra es mala alguien dirá: “No sabes lo que ha costado levantar esto”, y si es buena lo pasaremos por alto. Las escénicas son injustas. Y cainitas. ¿Por qué nos tomamos todo tan en serio? ¿Por dónde había pasado esta obra? Por el Fernán Gómez y el Fringe. El Fringe. “El festival más arriesgado de artes escénicas”. Ja. ¿Me habrán escuchado reirme? No creo, la Orazi sigue meditando. Me gustó mucho La abducción de Luis Guzmán. Y poco más. ¿La moverán?

  Venga, me lo voy a creer. Son dos hermanas. Luz y Andrómeda. Oriente y Occidente. Luz y menos luz. Una trabaja ayudando a niños, otra curando problemas burgueses. Las dos son esotéricas. La ciencia tampoco soluciona gran cosa. No puedo contenerme. Cada vez que escucho la palabra eneagrama me descojono. No pasa nada. La gente se está riendo. Espero que no hablen del horóscopo. ¿Quién me dijo que Chopin, Chuck Norris, Montaigne y Javier Clemente eran todos piscis? El texto fluye. La Orazi lo está haciendo funcionar. Es tan buena como decían. Está haciéndolo bárbaro. ¿Cuándo estrenan “Las palabras” de Messiez?  Qué difícil es escribir un texto atractivo a partir de fórmulas clásicas. ¿Para qué escribir un texto a partir de fórmulas clásicas? ¿Quién se pone a componer hoy música como Haydn? No es mejor ni peor. Es lo que hay. Los códigos han cambiado tanto. Müller. Pinter. Bernhard. Aquí la dramaturgia, la de escribir partituras escénicas, se resiste a hacerlo. La otra prácticamente no existe. Mal vamos. Hostia. Me han pillado. Luz se está muriendo. No me lo esperaba. Tenían que haberme dado alguno pista. Puede que tenga demasiadas estupideces en la cabeza, y en esta obra todo pasa por la cabeza. ¿Quieren que Andrómeda haga de su hermana? Ah, vale. La realidad es un juego de la infancia. Mejor así. El título echaba para atrás. Me gusta lo que dice Andrómeda sobre la inocencia, la culpa y el perdón. Luz me pone un poco nervioso. No me creo lo de la silla. Orazi parece que tampoco. El gran problema de las transiciones. La elipsis resta fuerza dramática. No vuelve a recuperarla. Qué manía con querer cerrarlo todo en los finales. ¿Artaud? ¿Qué pensaría Artaud de esta propuesta escénica? Se acabó.

La actriz Fernanda Orazi propone una novedosa mirada escénica en 'La Realidad'

  Cuatro rondas de aplausos. La Orazi se lo merece. ¿Recomiendo la obra? Por diez euros no está mal. Menuda mierda de criterio. No puedo decir eso. Joder, se me ha olvidado tomar notas. Pues no escribo sobre La realidad. Puedo hacer un vídeo. O entrevistar a alguien a la puerta. O puedo escribir sobre lo que he estado pensando desde que entré en la sala. No sé. Tengo sed. Me voy.  

Un Perro Paco

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