Gorrón, lujos y meta-teatro

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Bienvenido a casa. Roberto Suárez. EL CANAL-Centre d’Arts Escèniques Salt / Girona. Festival Temporada Alta. 

Hola, soy Perro Flaco. Flaco de no poder comer, de anorexia o flaco porque hago mucho ejercicio y no engordo.

El pasado día 2 de Noviembre estuve en el teatro “CanalArts escèniques de Girona” ya que me invitaron a ver un espectáculo que costaba 31€.

Después de dos líneas no puedo evitar hacer un paréntesis y repetir que la entrada vale 31€. 31€. 31€. ¿Quién puede ir a ver estos espectáculos? ¿Quién se puede permitir ir a ver más de dos obras al Festival Temporada Alta? La verdad, no tengo una respuesta. Me permito una mentira: estaba vacío.

De todas maneras, este escrito no es para hablar de los precios de los teatros y los festivales, ni para hablar del robo, ni de la posibilidad de que el teatro más grande que existe es, a veces, el que está en la entrada, ni de la confrontación de saber que has pagado mucho dinero y que te gusta pensar que “ha valido la pena”…. Hubiese preferido que el espectáculo fuese una mierda y poder quejarme de que me siento robado.

Pero no puedo.

1.Porque me invitaron.

2. Porque el teatro que propone es ambiguo dentro de la formalidad de sus formas. La oposición que las dos partes del espectáculo juegan son muy meditadas (entre una parte y otra hay gran cantidad de tiempo. Suficiente para contribuir al bar local con muchas cervezas, bocadillos y bravas y suficiente para haber creado todo una lista de posibilidades sobre lo que podría pasar en la segunda parte) y son un ejercicio que deslumbra capas por todos lados. Esas capas, se van cayendo durante la duración del espectáculo y van haciendo obvio lo que ya temíamos: no hace falta saberlo todo pero si darlo todo. No es necesario saber cuál es la historia de los personajes, cual es el problema real de la situación y saber si realmente ser actor es tan castigado como ellos lo proponen. Tampoco es necesaria una conversación honesta entre ellos, ni un momento de humildad total… Al final, lo que hay es teatro, actores entregados, misterio y una sensación de lujo. Lujazo.

3.Porque me generó pensamiento.
Al pasar los días, no he dejado de pensar en el meta-teatro. De hecho, pensé en que debería hacer un post sobre el meta-teatro. Sobre todos los actores y performers que juegan a cierta transparencia superflua y engañosa para hablar de teatro. Sobre todos aquellos personajes que se suben a un escenario y que se creen que ilustrar lo que hacen es hacer meta-teatro. Las definiciones son resbaladizas pero hoy, mañana a lo mejor me arrepiento, tengo el convencimiento ciego de que a los artistas les gusta saltarse el protocolo escénico y hablar de meta-teatro para así poder hablar más de ellos y lo sufridas que están sus vidas como artistas.

Otra putada es que la gente se cree más inteligente si entienden lo que ven. La gente entiende y la gente crece pensando que entiende. En verdad, no entiende. Lo que ha pasado es que se lo han contado.

Perro Flaco

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