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Gasolina

Trópico# 9: Tierra Quemada. Txalo Toloza y Laida Azkona. Antic Teatre/Barcelona

Capitalismo, Teatro, Paradoja, Texto, Bolsas, Transición, Romper la lógica de la narración, Directo e indirecto, Sentimiento actuado a modo de baile poco comprometido, Quemarse, Actuar, Lo político en el teatro, La responsabilidad del artista vs El secuestro del espectador, El dispositivo, El mensaje, Las intenciones…

Txalo Toloza y Laida Azkona empiezan en la entrada del teatro. La misma entrada que la de un bar muy lleno de peña en modo “me estoy tomando una caña y estoy de puta madre”. Fuera hay más gente de la que nunca se podrá ver dentro del teatro del Antic (las cosas claras).

Txalo recita o comparte una “plegaria”, la cual está totalmente distorsionada desde mi posición debido a que la mitad de palabras se me pierden por puertas que se abren, ruido de peña, carraspeos y, evidentemente, la distancia que uno tiene respeto al emisor. Esta “plegaria” ya comparte la visión o “cataclismo” de que algo “crítico” va a ocurrir. Las personas que tenemos delante tienen una opinión y quieren compartirla. Si hubiera oído mejor el mensaje a lo mejor mi experiencia sería distinta.

Abro paréntesis:

Estoy un poco cansado de piezas políticas y de piezas que hablan del consumismo después de que yo haya pagado una entrada. Evidentemente, la pieza no es solo del consumismo pero sí que es un leitmotiv durante gran parte de la propuesta. Me declaro un poco escéptico y distante delante de acciones protegidas por espacios escénicos, así como de opiniones radicales o críticas dentro de espacios culturales. Hace unos días, un programador europeo me dijo: “En estos tiempos, pongo realmente en duda si el espacio escénico debería ser usado como un espacio para la revolución. Si quieres una revolución, empieza por no hacer una pieza y ser más activo y constante con tu manifesto”. Discutir ese “otro” manifesto sería una pérdida de tiempo, de la misma manera que sería una pérdida de tiempo hablar de si el teatro es, hoy por hoy, una acción política o una acción egoísta o por uno mismo o su círculo. Vamos, que hay cosas de las que es mejor no hablar para no despertar los monstruos autoritarios que tenemos cada uno tatuados y en posición de guardia. Para no despertar opiniones MUY ensayadas y proteger las estrategias de cada uno. Esto se merecería otro post.

Pese a esto, considero a Txalo un artista muy comprometido. No es un publicista ni un panfletista. Cree en lo que habla y genera a muchos niveles. La pieza escénica sólo es un ejemplo de sus ganas de comunicar, entre otros muchos contextos donde ha generado.

Cierro paréntesis.

Entramos en la sala del Antic. Una sala que, debido a las nuevas gradas, tiene un gran problema de visibilidad.

Nota contextual: Todo lo que mencionaré a continuación tiene la acción paralela de personas del público moviéndose y encontrando una posición cómoda.  

Nota contextual 2: Este texto ha sido redactado sin informarme mucho más del proceso y sólo considerando lo que vi. Para tener otro acercamiento distinto a la manera de ver este trabajo os invito a leer las Notas que patinan #43 de Rubén Ramos.

Tierra-Quemada

Txalo y Laida viajan o circulan por una serie de textos, países, proyecciones, relaciones de significado, imágenes, poesía y instrumentalización del mensaje, así como encuentros casuales entre ellos o transiciones amorosas. Txalo es el maestro de ceremonias,  el humilde, el que se sale del guión, el que habla al público, el que tiene más información sobre lo que está haciendo, el que toma decisiones al momento y se da el espacio de cambiar lo que quiera. Laida es la actriz, la ejecutante, la bailarina, el espejo, la historiadora, la defensora, el hilo, la poesía, la disparadora, la amante y la acompañante. Sus cruces son importantes, sus transiciones son relevantes, su roce de manos, sus sonrisas, su aparente complicidad es importante… Hablan de quemar muchas cosas pero se cuidan en la propuesta. Se quieren.

Al grano: últimamente me pierdo en los textos que me ofrece el teatro y tiendo a no prestar mucha atención al mensaje que se me presenta de manera tan deliberada. Las palabras, a menudo, me distraen. Entonces, me convierto en un morboso del comportamiento y de cómo comunican los cuerpos. En el caso de esta propuesta, parece ser que el texto tiene un rol muy importante; un rol que podría ser más importante que el dispositivo escénico. Las palabras quieren coger mucho espacio y el espacio, desde mi punto de vista, no está preparado para ello. Por un lado, los textos están contados demasiado oralmente y eliminan, en muchos casos, el cuerpo que lo cuenta. Por otro lado, el espacio es manipulado a partir de la presencia de unas bolsas que le añaden un elemento poético muy invasivo durante gran parte de la propuesta, las cuales, debido a su presencia y volumen, quieren ser excusadas demasiado a menudo. Durante el trabajo, se crea una clara separación entre cómo se cuentan los textos y cómo se activan en escena. Me pregunto si existe alguna manera de “casar” los dos procedimientos.

Desde mi punto de vista, esta propuesta quiere despertar cosas que ya estaban despiertas en mí y protegerme a partir de su estética. De alguna manera, es una paradoja que me confronta casi todo el rato: Imágenes enfrente a textos, textos vs imágenes, contar con la palabra vs contar con el cuerpo hablando, querer quemarlo todo y no darse el espacio de “quemarse” en la estructura. De alguna manera, siento que estoy viendo dos piezas a la vez; una encima de la otra. Dos piezas fantásticas y generosas que, al estar juntas, se contradicen y que no acaban de fundirse pese a querer estar juntas. La labor de los intérpretes es innegable, las ganas de compartir son indiscutibles, las buenas intenciones de querer quemar las cosas desde una buena actitud es presente y apreciable, el efecto imaginativo se agradece… pero, mis deseos quieren ir más lejos: ¿Cómo llegar a hacer una pieza que nos critique desde la misma manera de experimentar el protocolo o el contexto escénico? ¿Qué posición debo tomar como espectador ante la poesía visual junto a textos incendiarios? ¿Cómo quemar el cuerpo? ¿Cómo quemar el mensaje?

Pero Perro, un perro muy pero

 

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